El día era hermoso para salir de compras con mis amigas, por fin había logrado que mi mamá me prestara su tarjeta de crédito y no me dijera el límite. –Me compraré muchas cosas –pensaba.
Recorrimos muchas tiendas, en la primera había unos vestidos hermosos, Clara compró uno azul con detalles rosas y blancos, y Danny uno rosa con estampados divertidos. Yo, me encantó uno negro con un listón rojo en la cintura con una flor igual roja. Me medí la talla más grande, pedí la siguiente y ya no había. Me entristeció mucho. Jamás encontraría un vestido así.
Bueno, fuimos a varias tiendas más, ellas salían con una bolsa por cada tienda a la que entrabamos y yo solo pude comprar un par de pantalones y muchos accesorios.
Terminamos las compras y regresamos cada una a nuestra casa. Llegué y mamá me pregunto que qué había comprado, le enseñé y no parecía convencida.
M: ¿tanto tiempo para solo eso?
Lila: hay mamá, no iba sola.
M: si, pero tuvieron el mismo tiempo y no compraste casi nada.
Lila: si, pero no encontré mi talla.
M: ya ves, te he dicho mil veces que no comas tanto.
Lila: ¡¡hay mamá por favor, casi no como y mírame!!
M: no quiero discutir, mejor sube a tu habitación y no bajes hasta que te lo diga, ¿ok?
Lila: (subiendo las escaleras) ok.
Subí a mi habitación, estaba muy enojada y triste, azoté la puerta muy fuerte, encendí el estéreo y puse mi disco favorito de mi banda, subí el volumen lo más alto que mis oídos aguantaron. Me acosté en la cama y empecé a llorar.
Lila: ¡¡¿Por qué, porque siempre es lo mismo? ya no aguanto esto!!
Quería distraerme, para ver si así se me pasaba el mal humor, no podía salir, entonces, encendí la computadora y empecé a buscar cosas en internet, entré a mi cuenta de facebook y vi que estaba en línea el chavo que me gustaba. Me emocione, éramos amigos, algunas veces platicábamos pero no mucho, casi siempre era por chat. No sabía si esperarme a que el empezara una conversación o yo empezar primero. Traté de distraerme con otras cosas pero no aguanté más y le escribí “hola”. Era un saludo simple, pero siempre iniciaba buenas conversaciones.
Él: hola niña!!
Lila: que onda, ¿Cómo estás?
Él: pues ya ves, no me quejo. Jeje. ¿Y tú?
Lila: pues igual… y porque, ¿qué te pasa?
Él: es que últimamente estoy muy confundido.
Lila: mmm… y porque? Bueno, si se puede saber.
Él: es que han pasado cosas que me hacen pensar en regresar con mi ex.
Al leer eso me dieron ganas de llorar y se formó un nudo en mi garganta. No importaba si lloraba o no, pues no me estaba viendo nadie. Seguimos platicando:
Lila: a… y ¿Por qué te confunde?
Él: es que me estoy enamorando de una de mis mejores amigas.
Al leer eso me llené de tristeza, pero también de alegría, pues yo era de sus mejores amigas, sabía cosas de él que nadie más sabía, así como el de mí. Seguí tratando de sacarle más información, pues tenía que estar segura de que era yo de quien se trataba.
Lila: mmm… pues un consejo sería que para no salir lastimado investigues si tu amiga quiere contigo o si tu ex aun te quiere. ¿No?
Él: si verdad… tienes razón, pero no sé si es buena idea preguntarle a mi amiga… es difícil, es que… no sé… que van a decir.
Lila: am… ¿Cómo que qué van a decir?
Él: ups… olvídalo.
Eso me dejó mega confundida, ¿a que se refería con “que van a decir”? también me entristeció, pues si regresaba con su ex novia, ya no tendría oportunidad de ser su novia.
El tiempo pasó tan rápido por el resto del día que ni cuenta me di que ya se había obscurecido. Escuché que mi mamá me llamaba para cenar. Llegué al comedor y vi que ya me había servido. Era solo un vaso de té y una manzana, ella cenaba un pan con mermelada, cereal y leche. No dije nada para evitar una discusión, no me importó lo que me haya servido, me lo comí muy lento y en silencio, no podía ni decir una palabra, pues seguía pensando en lo que me había dicho Beto.
Al terminar me retiré de la mesa y di las gracias. Fui directo a mi habitación, arregle la ropa que me llevaría al otro día a la escuela y mi mochila. A los diez minutos me acosté y en seguida me dormí.
Al otro día sonó mi alarma, me arreglé y me fui a la escuela. Normal como siempre iba mi día. Llegué a la escuela vi a mis amigas, pasaron las dos primeras clases y en el descansó vi a Beto. Me saludó y seguí mi camino. Regresé mis clases, todo iba normal, hasta el segundo descanso. Iba caminando para ir al baño yo sola. A lo lejos vi a un chavo que parecía ser Beto con una chava, besándose. Cada vez que me acercaba más, mi duda se despejaba, era él con su ex novia, parecían haber regresado. Cuando pasé justo a su lado no pude evitar el nudo en la garganta, agaché la cabeza y entré corriendo al baño. No lo evité y me puse a llorar. Lloraba en silencio para que nadie me pudiera escuchar, me recargué en una pared y me dejé caer hasta quedar sentada en el piso.
Lila: no, porque, por que…. Mi oportunidad… está perdida…
Terminó el descanso y fue entonces que salí del baño, antes me limpie las lágrimas y traté de ocultar cualquier rastro de llanto.
Al salir, lo primero que me encuentro es a él.
Beto: hola Lila.
Lila: (tono triste) hola.
Beto: ¿Qué tienes? Te escuchas triste.
Lila: am… no, es solo que…
Beto: no me mientas algo te pasa, te conozco bien.
Lila: es solo que…
Beto: dime, sabes que puedes confiar en mí.
Lila: si, lo sé, pero esto es difícil, vi algo que no me esperaba tan pronto.
Beto: ¿Qué?
Lila: (empiezan a brotar unas cuantas lagrimas) tu. (Dije con una voz muy baja)
Beto: ¿yo?
Lila: (empieza a llorar mucho) olvídalo. (Sale corriendo)
Narra Beto.
Esto es difícil, desde hace algún tiempo Lila está entrando a mi corazón más que una amiga, pero ella no es el tipo de chava que alguien quisiera como novia. Solo una amiga. Además no sé si ella me quiera, creo que lo mejor es olvidarla. Y Natalia... hay Natalia, aun la quiero. Y sé que ella también. Mañana regresaré con ella.
Llegué a la escuela y no pude hablar con Natalia hasta el segundo descanso, todo salió bien, no me rechazo, pero aun así no me sentía muy bien, sentía que algo faltaba. Cuando termino el descanso vi a Lila que salía del baño y me acerque a ella. Parecía estar triste, y al preguntarle el porqué, la respuesta fue muy corta y me dejó casi sin palabras. Ella salió corriendo, trate de seguirla pero la perdí de vista. No comprendía su respuesta. Era yo. Pero... ¿Qué pudo haber visto?
Beto: ¿acaso me vio con Natalia? Entonces significa que... ¡¡hay no!! Soy un estúpido, si me quiere y yo la regué...
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Qué onda chavas!! Aquí el primer capítulo, espero que les guste, hasta aquí aun no hablo sobre Tokio hotel, pero verán como poco a poco saldrán y estará muy interesante!!! Gracias por todos sus comentarios las quiero!!
Danke!!
Kisses!!...